Saludos nuevamente, amigos de BiB, desde la Máquina del Tiempo. Nuevamente volvemos a la época de los caballeros en brillante armadura, príncipes, princesas y altas torres. Esta vez vamos a realizar una reseña del set 6086 denominado Black Knigh’s Castle o Castillo del Caballero Negro. Sin lugar a duda, la época de oro de la línea Castle de LEGO® fue entre la década de 1980 y los primeros años de la década de 1990. Y este set es parte de esa época dorada.
En el año 1992 fue lanzado al mercado el set que hoy nos ocupa y que para muchos supone el pináculo de cuantos castillos se produjeron durante ese período de tiempo. Con 588 piezas, doce minifiguras, entre ellas un brillante fantasma, cuatro caballeros con sus respectivos caballos, cuatro arqueros, dos guardias y un prisionero de la facción Wolfpack o como también se les conoce: los bandidos de la manda de lobos. Con un costo de venta en su tiempo de US$85, rápidamente se convirtió en uno de los favoritos de los amantes de la línea Castle.
Este Castillo usa una base elevada de 32×32 que había sido introducida por primera vez al universo LEGO® por el clásico set Eldorado Fortress (6276) de la línea Piratas y en la línea Castle fue utilizado por primera vez en el set King’s Mountain Fortress (6081) de 1990. En mi opinión, este castillo, junto con el set Imperial Trading Post (6277) de la línea Piratas son los que mejor uso han hecho de este tipo de bases (en el caso del set 6277, la base tiene un patrón de colores diferente).
La mayoría del Castillo se encuentra construido sobre la cima de la base, excepto por la torre del homenaje (la torre debajo de la cual se encuentra el portón de acceso) del castillo que está construida al lado izquierdo de la misma, desde una vista frontal. El castillo cuenta con otras dos torres de vigilancia que están ubicadas una detrás de la torre del homenaje y la otra en el extremo derecho del castillo. Como es habitual en los Castillos de LEGO®, este tiene un puente levadizo y fue la primera vez que se usó como reja una sola pieza diseñada expresamente para ese fin, pues en los anteriores castillos se utilizaba la construcción de este aditamento con múltiples piezas, aspecto que en lo personal no me gusta mucho pues significa menos piezas y menos diversión a la hora de construir el castillo, a pesar de que los sets de Castle clásicos siempre se caracterizaron por el uso de grandes piezas para la construcción de la mayoría de paredes o murallas.
Sin embargo, lo más característico de este Castillo y que le da su carácter especial es la zona residencial que tiene al final de la colina, que usando dos de las piezas de muralla de castillo tiene un diseño en amarillo y negro de entramado en madera, muy típico de las ciudades medievales europeas, lo que añade un detalle de realismo increíble, además de que estéticamente el resultado es muy agradable a la vista. Esta pieza con ese tipo de diseño fue utilizada por primera vez en el Black Falcon’s Fortress (6074) de 1984. Esta pequeña área residencial cuenta con una mesa y una de sus paredes se puede bajar, en caso de emergencia para proveer al castillo con una salida trasera.
Sobre la parte hueca de la base elevada se construye un pozo de agua, pero también se puede usar como cárcel para los bandidos y forajidos que andan perturbando la paz del reino, o puede ser usado como bodega en tiempos menos agitados. También este castillo es famoso por ser el único que incluyó la enorme bandera con los cuatro dragones y las plumas blancas de dragones. Fue, asimismo, el segundo y último gran castillo de la facción de los Caballeros Negros, tras el Black Monarch’s Castle (6085) de 1988 y del cual hicimos el review en diciembre del año 2018. En varias encuestas y reviews que hemos consultado en internet y plataformas como Youtube, este castillo está catalogado entre los mejores cinco, tres o incluso como el primero de cuantos castillos ha realizado LEGO®.
Ciertamente en mi opinión este Castillo fue el pináculo de la línea original de LEGO® Castle, luego de él, ningún otro castillo ha superado su originalidad y belleza. Sin decir que no se hayan hecho buenos castillos luego de este, pero la mayoría de los que han tenido éxito luego de 1992 han sido reinterpretaciones del icónico King’s Castle (6080) de 1984, pues ninguno de los nuevos diseños entre ese año y a la fecha, con las excepciones señaladas, en mi criterio ha logrado lo que este hizo. En definitiva, este set es un “debo tener” para cualquier amante de la línea LEGO® Castle. ¡Espero les haya gustado la entrega de este mes, hasta la próxima! No olviden seguirme en Instagram en la cuenta @gatobricks