Hola amigos, bienvenidos nuevamente! Muchas veces nos detenemos a ver creaciones con técnicas de construcción y uso de bloques que solo serían posible gracias al desarrollo que LEGO® ha realizado durante los últimos 10 a 15 años. Nuevos tipos de conexiones que permiten lograr ángulos antes impensados, piezas curvas que acercan nuestras creaciones a seres vivos o incluso el uso de tubos para representar armas o vehículos navales muestran la velocidad de los cambios que han experimentado tanto los talentosos constructores como la propia LEGO®. Sin embargo, pocas veces nos detenemos a recordar como era construir con los bloques daneses hace 40 años o más. Esto es algo que a Francois Mazoyer le apasiona y por lo mismo quisimos hacer un alto en esta vertiginosa actualidad para mostrarles como, en sus ojos, era construir en los años setenta.
Francois es un joven arquitecto de 33 años que se dedica a la carpintería en fierro y madera, tiempo que comparte con su afición por LEGO®. Su conexión con LEGO® es desde su nacimiento, puesto que sus hermanos mayores ya tenían LEGO® desde chicos. Es así como sus primeros sets corresponden a algunos de los años 70 y algunos de la ya desaparecida LEGOLAND. Sus juegos de niñez siempre fueron con LEGO®, los que guardaba en una pequeña una caja de madera. Como mucho de nosotros, Francois tuvo sus años oscuros durante su época universitaria, donde dejó de lado su pasión hasta poco después de su titulación.
Actualmente, Francois crea principalmente MOCs relacionados a monumentos o escultuas, pero siempre con una restricción: debe utilizar piezas básicas y creadas hasta antes del año 2000. Si bien es cierto siempre revisa y ve que es lo último en LEGO® y que se deleita con las creaciones actuales, no conoce en detalle las piezas actualmente disponibles y prefiere mantener sus construcciones al estilo “antiguo”.
Una de sus creaciones más impresionantes es una combinación de 3 Town Plan (la versión de EU) con varios de los sets creados entre los años 1958 y 1961. Una de sus partes más grandes es El hotel, el que Francois construyó y basándose solo en su creatividad “no me basé en nada en particular solo intenté hacerlo lo más grande posible para ocupar las ventanas y piezas amarillas que tenía, como también los bloques serigrafiados de esa época”. Según sus propias palabras: “Me gustan muchos los artículos de esos años, escala 1:87, por el hecho de ser escasos y pintados a mano. También me gustan los bloques de esos años, aunque al ser principalmente de celulosa, tiende a ser difícil construir con ellos porque suelen estar deformados”. Por esa razón, Francois construye principalmente con bloques nuevos, pero procurando mantener la estética, línea y estilo de esos años.
Otro detalle muy interesante, es que sus construcciones son por diversión y en general con poca planificación previa, por lo que, según su propia experiencia, la entretención y el resultado son mucho mejores, algo que, al ver sus creaciones podemos afirmar. Esto significa, además, que los resultados son impredecibles y no es fácil determinar el tiempo que le demora o la cantidad de piezas utilizadas, sin embargo, en esta última creación Francois cree haber utilizado alrededor de 3.000 bloques y se demoró algunas horas.
Como vemos en las imágenes, la época clásica de LEGO® junto con su peculiar estilo de construcción y utilización de piezas, aún se mantiene vive, gracias a constructores como Francois, que han logrado capturar de manera increíble su esencia. Francois, agradecemos enormemente el tiempo que nos has dado, especialmente debido a que creaciones y colecciones como la tuya nos permiten conocer más sobre la historia de nuestros bloques favoritos, entender como han evolucionado y recordarnos que las posibilidades son infinitas. A nuestros seguidores, los invitamos a mantenerse en sintonía, puesto que tenemos mucho contenido disponible para ustedes. Además, les recordamos la importancia de mantenerse resguardados y tomar todas las medidas preventivas posibles, puesto que deseamos que esta emergencia pase lo más pronto posible y sin contratiempos.
Un abrazo